¿TU HIJO HA EMPEZADO EL COLE SIN UNA REVISIÓN VISUAL?

El verano ya terminó y por tanto ha llegado el momento de comprar todo lo necesario para la escuela, preparar las mochilas y recuperar la rutina. La vuelta al colegio supone para muchos una odisea, pero además, de prepararnos con materiales, es indispensable revisar la visión de los niños.

Desde Bluenty te recordamos que el inicio del curso escolar es el momento indicado para revisar la vista de tus hijos. No en vano los problemas visuales no solo dependen de factores genéticos, exponer la vista a ciertas condiciones también puede generar dichas alteraciones.

¿Cuándo es necesario realizar un examen visual?

Las revisiones oculares siempre se deben efectuar al menos una vez al año y qué mejor época que durante el periodo vacacional.

Los oftalmólogos siempre recomiendan hacer chequeos rutinarios, en especial en estos tiempos donde los dispositivos electrónicos son muy usados. La implementación de dichos aparatos y dispositivos en un tiempo prolongado, es uno de los principales factores que aumentan los problemas como la miopía.

Por otro lado, en estaciones como verano nuestros ojos también pueden estar expuestos a las adversidades posibles en vacaciones como por ejemplo largas exposiciones a los rayos solares, las aguas poco tratadas de las piscinas, entre otros.

Todas esas explosiones pueden resultar en afecciones como la conjuntivitis o la queratitis. De ahí, la necesidad de comprobar la salud de los ojos tras el periodo vacacional, en especial cuanto se hace presente algunos signos como:

• Dolores de cabeza sin motivo aparente.
• El niño tuerce el ojo.
• Si se acerca demasiado al televisor para ver o el papel para leer y escribir.
• Diferente visión entre un ojo y el otro
• Sus ojos constantemente están rojos, tienen legañas y lagrimeo

Fuera de todos estos síntomas los antecedentes familiares de miopía, astigmatismo u otras enfermedades oculares, también juegan un papel fundamental.

Problemas de salud visual y fracaso escolar

De manera general se estima que hasta más de un 25% de los casos de fracasos escolares se debe a defectos de visión.

Un problema como la miopía, astigmatismo u otros, pueden impedir que los niños progresen y se desarrollen académicamente. Esto se evidencia cuando los niños leen demasiado despacio o necesitan el dedo para guiarse, se despistan, entre otras alarmas.

Todo ello, puede llevar a que el niño pierda el interés, tarde mucho más en hacer los deberes y sus resultados no sean los deseados.

Estar atentos a las reacciones y signos que evidencia el niño es fundamental para detectar un posible problema de la visión. Pero también es oportuno que nos adelantemos y antes de que empiece el colegio, le llevemos a una revisión.

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